El nuevo Opel Insignia acaba de salir de la línea montaje de la factoría de Opel en Rüsselsheim (Alemania). En concreto, el primer Insignia Grand Sport ha sido un modelo de color blanco y con motor 2.0 litros diésel de 170 CV. La marca ha invertido más de 500 millones en la preparación de su producción, que esperan continúe el éxito de su predecesor, del que hasta la fecha se han vendido 940.000 unidades, convirtiéndolo en el cuarto modelo de Opel más vendido. Los tres primeros vehículos de producción están destinados a Polonia, Dinamarca y Alemania.
Tanto el presidente consejero delegado de Opel, Karl-Thomas Neumann como el vicepresidente del Comité de empresa, Uwe Baum, han resaltado la importancia del nuevo Insignia para el futuro de Opel y de la planta de Rüsselsheim, así como la capacidad de la planta para fabricar productos de la máxima calidad.
Respecto al modelo, desde la compañía explican que está basado en una arquitectura de vehículo totalmente nueva. El nuevo Insignia es hasta 200 kilos más ligero que su predecesor, cuenta con una posición de conducción más baja y un interior más espacioso. Está equipado con alta tecnología como el sistema inteligente de tracción total con reparto vectorial de par -distribución individual del par a las ruedas individualmente en milisegundos. También ofrece una amplia serie de sistemas de asistencia al conductor como los faros matriciales IntelliLux LED de segunda generación, el control de velocidad adaptativo (ACC) y la asistencia activa de Mantenimiento de Carril con corrección automática de la dirección
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