Una juez ordena embargar 9 millones al ex futbolista Raúl González.

El que fuera el futbolista español mejor pagado de la historia afronta una delicada situación judicial. El ex delantero del Real Madrid y de la Selección Española, Raúl González se resiste a pagar una deuda contraída tras una fallida inversión en un proyecto de energía fotovoltaica, pero está perdiendo el partido por ahora. Una juez ha dictado orden de embargo de una sociedad patrimonial de Raúl, Europa Scar Sport, por impago de 7,17 millones que adeuda a sus socios, según el auto fechado el pasado día 6 al que ha tenido acceso EL MUNDO. El embargo alcanza 9,32 millones al incluir intereses y costas.

En el auto, la titular del Juzgado de Primera Instancia número 21 de Madrid, Carmen Pérez, ordena ejecutar un embargo de bienes de la empresa del ex futbolista, que administra su madre, María Luisa Blanco. La representación legal del ex futbolista ha recurrido la orden de embargo.

La juez asegura que ordena esta ejecución tras haber dado la razón meses atrás a la sociedad Aurantia, que era socia de Raúl, y le reclama los citados 7,17 millones de euros a los que añade otros 2,15 millones por intereses y costas de la ejecución de la sentencia. Los abogados del ex futbolista alegan que Europa Scar Sport ha solicitado concurso de acreedores y, por tanto, se encuentra en este momento protegida.

En la sentencia en que la juez condena a Euro Scar a pagar a Aurantia se explica que el ex futbolista fue llamado a declarar y que éste negó tener conocimiento de los hechos. Raúl sostuvo en el interrogatorio que «se trata de una sociedad formada para su patrimonio con asesores, siendo él socio y administrador y firmando todos los contratos por confianza». Según el fallo judicial, Raúl declaró que él nunca participó en la gestión de la entidad ni asistió a ninguna reunión ni intervino en el consejo de administración. El histórico delantero sostuvo que eran las personas de su confianza quienes gestionaban «sin consultarle nada». Según el Registro Mercantil, además de Raúl y su madre, figuraba como administrador Carlos Redondo, cuñado del futbolista.

Tanto él como la representación legal de Europa Scar Sport declinaron ofrecer su versión a este diario de por qué el millonario deportista no paga sus deudas. No obstante, en las cuentas de la empresa y en sus recursos judiciales, los representantes de Raúl sostienen que no tienen que afrontar tal deuda porque su responsabilidad es sólo subsidiaria.

Los hechos arrancan en 2008, cuando Raúl se asocia a Aurantia -controlada por la familia Naranjo- y toma un 20% del capital de Cadmos Energías Renovables. Se apuntaba al negocio de moda para montar una fábrica de paneles solares en Cádiz. La idea era dedicar 90 millones, de los cuales unos 30 serían subvenciones y el resto aportaciones y financiación bancaria. Por ello, Cadmos solicitó en 2009 un crédito de 35 millones a Crédit Suisse que todos los socios, incluida la empresa de Raúl, se comprometieron a devolver.

Si todo salía bien, el madridista se quedaba el 20% de los beneficios. Si salía mal tenía que garantizar la devolución del 20% del crédito. Nada grave teóricamente para el futbolista pues, según el Registro Mercantil, sólo en esta sociedad patrimonial contaba con unos fondos propios de 25 millones de euros.

En Aurantia hubo cambios en 2010. Dejó la presidencia el veterano Rafael Naranjo, que figura actualmente entre los empresarios acusados en el juicio de por el caso Gurtel, y quedaron al mando sus hijos.

La crisis posterior de las renovables fue especialmente aguda en el mercado fotovoltaico. El proyecto de Gadir Solar, la sociedad vehículo usada antes que Cadmos para lanzar la fábrica, se vino abajo. Llegó 2011 y los socios dieron por fracasado el proyecto. Presentaron concurso de acreedores y casi 200 personas se quedaron sin trabajo. Llovía sobre mojado en la bahía de Cádiz, ya que esta empresa formaba parte del plan de reindustrialización para combatir el cierre precedente de Delphi. La Junta de Andalucía exigía la devolución de subvenciones y había que afrontar también el préstamo de Crédit Suisse.

La reacción de la empresa de Raúl fue negarse. En diciembre de 2011 pidió la nulidad del pacto de socios invocando que no reflejaba la realidad del plan de negocio para no tener que pagar su parte, según la sentencia. Europa Scar defendió también que su responsabilidad era subsidiaria y que debe responder antes Cadmos, acusando además a los Naranjo de no informar de las refinanciaciones del crédito. Sin embargo, perdió el pleito y ha sido condenado a pagar. En el Registro Mercantil se constata que previamente, en julio de 2011, conocido el fiasco en ciernes de Gadir Solar, Raúl escindió y vació European Scar Sport y traspasó toda su actividad inmobiliaria -valorada en 20 millones- a su sociedad Radlin Develops, S.L. También traspasó el negocio de derechos de imagen a Europa Scar Sport Imagen S.L. Empezó así el debilitamiento de European Scar Sport hasta que solicita concurso de acreedores.